Una semana en el motor de un autobús, la historia del disco que casi acaba con Los Planetas

Texto de Henar Ortega para Indienauta.com


No es la primera vez que se escribe sobre Los Planetas al margen de numerosísimos artículos y reportajes. Han pasado muchos, pero que muchos años desde aquel libro verde de Jesús Llorente: “Los Planetas. La verdadera historia” (Ed. Rockdelux, 1999). Tal y como devoramos aquella primera aproximación en formato libro a la realidad de la banda, los fans del combo nos lanzamos a empaparnos de la obra escrita por Nando Cruzy publicada este 2011 por la Editorial Lengua de Trapo. Con la misma emoción, la misma curiosidad de los que hemos escuchado los discos deLos Planetas en loop incontables veces, e incrustado sus composiciones en el hilo argumental y musical de nuestras vidas. Pero en “Una semana en el motor de un autobús, la historia del disco que casi acaba con Los Planetas” se habla de algo más: divagaciones sobre la excelencia en el arte, tormentos internos de quien se sabe artista (Jota) y sus circunstancias, entresijos de la industria musical y sus procedimientos…

Es sobre todo es un libro de análisis: de análisis de situaciones, de caracterizaciones psicológicas, y lo más importante para mí, de análisis a nivel compositivo del que fue el mejor disco nacional de la última década del siglo XX. En ese sentido veo importante aplaudir públicamente el esfuerzo realizado por Nando Cruz, que hace posible volver a descubrir este disco en una nueva (su originaria) dimensión. Como una Nueva visita a la casa. El libro hurga, investiga, informa. Husmea en las entrañas de la gestación de este disco, punto de inflexión en la carrera planetera. Es un libro que se disfruta con los auriculares puestos, reconociendo cada matiz explicado en el texto, entendiendo el porqué de cada elemento compositivo y de postproducción, reparando en otros tantos que pasaron desapercibidos y, en definitiva, disfrutando del placer de la escucha en comunión total con la sensibilidad musical del escritor, a modo de catarsis músico-lectora, en soledad o acompañado. Es una obra para melómanos, totalmente atmosférica. El prólogo de Julieta Venegas y epílogo de Julián Rodríguez amplían su carga simbólica y emocional.

Más allá de la admiración por el disco, Nando Cruz ahonda en el “ser” artista, en ese estadio del arte y del talento del que tan difícil es hablar mediante conceptos claros. Y lo hace con frases cortas, casi exhalaciones, que dicen lo que tienen que decir, pero que también dicen lo que no dicen. Aporta datos, recrea situaciones e incluye multitud de anécdotas (desternillantes, turbadoras, preocupantes, de todo hay). Contextualiza y sitúa. Te acerca a Los Planetas de ese momento exacto, muy distintos de los del Súper 8 y del Pop, de los de Unidad de Desplazamiento o de los actuales. Una banda con abismos, con historia, con enormes travesías a sus espaldas. Pero sobre todo con un sonido y unas razones demoledoras.

Con motivo de la presentación del libro en Barcelona, la Biblioteca Vapor Vell, especializada en temas de música, organizó a finales de junio un encuentro con el autor en formato audición comentada del disco. Toda una experiencia, he de decir. De comunión en soledad de la que hablaba antes a la catarsis (contenida, claro está) colectiva (éramos sólo 13 personas –cosa que no entiendo-, pero se respiraba pasión). Nando Cruz situó el libro y lo que cuenta en él y, sobre todo, nos brindó la oportunidad única de escuchar grabaciones cuasi-apócrifas de los granadinos, incluyendo la versión inicial de La Copa de Europa año y medio anterior a la grabación que finalmente se usaría para el disco, o una Cumpleaños Total cantada por Jota en inglés macarrónico. También se escuchó material sonoro “inspiración” (u “homenaje”) de algunos de los cortes del disco, y otros de los temas que lo componen. Se trató, pues, de apreciar colectivamente los matices de un disco que es una obra maestra. El libro queda a la altura. Su lectura es 100% recomendable tanto para admiradores de Los Planetas como para amantes de la música en general. Se lee con la misma cadencia natural con la que se incorporan los violines en Línea 1. Yo voy ya por la relectura.


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