Escrito por Henar Ortega para Indienauta.com
Asistir a un festival de las características del SOS 4.8 es diversión asegurada: buen cartel, gadgets de entretenimiento como los coches de choque o la carpa-cabaret, muchas actividades paralelas y, sobre todo, buena música y muchas ganas de fiesta por parte del público. Un público que, tengo esta sensación, se tomó el SOS como pistoletazo de salida de la temporada festivalera. La parte mala (o no tan mala, según se mire) es que con tanta cosa te lías y al final acabas viendo cuatro conciertos mal contaos. Pero te lo pasas de maravilla, eso sí.
Esta edición ha sido la del paso a la mayoría de edad del SOS: con una venta de entradas que tuvieron que ampliar la última semana in extremis a causa de la tremenda demanda, el SOS se perfila en la costa mediterránea como una suerte de nuevo FIB. Como no podía ser de otra manera, a la organización le pilló un poco desprevenida la mastodóntica logística que necesita una cita así y la jornada del viernes por la tarde fue un auténtico caos de recogida de entradas y demás, con colas de hasta 3 horas para los pobres infelices que no pudimos escaquearnos del trabajo ese día y que tuvimos que poner rumbo a Murcia a las 15h desde nuestras ciudades a 500 Km de la capital del Segura... Esta es la única pega que se le puede poner a la impecable organización de este festival, que con sólo 3 años de vida demuestra ser uno de los que tiene para rato.
Hot Chip, grandes triunfadores del viernes
Musicalmente, el plato fuerte del viernes fueron Hot Chip: impresionados nos quedamos con la voz en vivo de ese hombrecillo y con lo efectivas que resultan sus bases aderezadas con instrumentos en formato concierto. Bailar, bailar y bailar es lo único que nuestros cuerpos podían hacer ante semejante estímulos sonoros. Electrizante fue el momento en que tocaron su versión de La Loba de Shakira, el público se agitaba enfervorecido. Otros artistas destacados del viernes fueron The Horrors, que decepcionaron con un concierto aburrido del que solamente se salvaron Who can say, con la que abrieron, y Sea within sea, con la que recordaron mucho a Joy Division. Los Planetas dieron un concierto cortito, de una hora escasa, en el que consiguieron hacer una buena selección de canciones del nuevo disco. Especial fue cuando se subió al escenario Ana La Bienquerida a cantar con Jota No sé cómo te atreves, uno de esos momentos de pelos como escarpias. Crystal Castles dieron un concierto muy bestia a base de los gritos destartalados de su cantante; mucho mejor en disco. Franz Ferdinand estuvieron un poco descafeinados, un poco como mostrando que han llegado a su madurez como banda, y ya ni el Take me out suena con la fuerza con que lo hacía en 2004... Delorean quedaron desmerecidos por un sonido demasiado bajo y es un evidente que su sonido, que es de lo mejor que hay ahora mismo, es mucho más adecuado para sala... Qué le vamos a hacer, esperemos que podamos escucharles mejor en el resto de festivales a los que van a acudir. La noche acabó con Dj Amable pinchando hitazos y con miles de noctámbulos deseando que todavía no se acabase el viernes, que estas cosas se hacen muy cortas cuando ya estás a sábado...
Actividades paralelas
El sábado había programadas durante todo el día numerosas conferencias y charlas a las que, si te has quedado hasta tarde, es imposible asistir. Especial rabia nos dio perdernos la de Michel Houellebecq, que iba a constar de lectura de poesía y proyección. También era interesante la propuesta sobre arte y bizarría, en la que intervenían una treintena de artistas, y la carpa-cabaret en la que hubo desde anti-karaoke hasta bodas al más puro estilo Las Vegas. Muchísimas cosas para tan sólo 48 horas de un fin de semana...
Sábado: exaltación del indie nacional
Ya por la tarde noche comenzaban los conciertos, y Nada Surf era cita ineludible. Los neoyorquinos hicieron un repaso por su discografía y mantuvieron a los fans muy entretenidos durante su actuación. Esta vez vinieron acompañados por un miembro de Caléxico, que tocaba los teclados y la trompeta en algunos temas, dando un tono muy bonito a las canciones. Además era su cumpleaños y todo el público le cantó el cumpleaños feliz. El bajista, el español Daniel, con sus inconfundibles rastas, tan entrañable como siempre, comentó que estaba muy contento de estar en casa. Tampoco dejaron de tocar temas de su último disco, If I had a Hi-Fi, una compilación de versiones que, según contaron, por ahora sólo venden en conciertos. Evolution, de Mercromina, es una de las canciones que aparecen en ese disco, y en Murcia no quisieron dejar pasar la oportunidad de deleitar a los fans españoles. "Esta canción es un tema acojonante de Mercromina, un grupo de Albacete, y estamos muy contentos de poder tocarla aquí y de haber conocido a Joaquín Pascual hace pocos días", explicó el bajista. Fue un momento maravilloso. A la vez, Lidia Damunt lo daba todo en el otro escenario. Como mujer orquesta que es, aporreaba su guitarra e iba bien pertrechada con su armónica y su pandereta enganchada a la pierna. L.A. protagonizaron un directo de lo más entretenido y demostraron tenerlo todo controlado en directo. Otra de las bandas que tocaron el sábado fueron The Magic Numbers, que no consiguieron transmitir el pop alegre y canturrón que destilan sus discos, llevando a cabo un directo lento y soso. Dorian presentaban su último disco, La Ciudad Subterránea, aunque los temas con los que más animaron fueron sus grandes éxitos. Llegaba la hora de Love of Lesbian y el escenario Jägermeister se quedaba pequeño para las hordas de personas que querían verlos: podemos considerar a LOL como los nuevos Planetas en cuanto a convocatoria de público y a recite de sus letras. Causan furor y de eso no hay duda.
Música enlatada, otra alternativa
Madness deleitaron con su proto-ska; y fuera de programación, en la carpa Jack Daniels, sonaban temazos uno tras otro sin parar a cargo de los Pin&Pon Dj`s, que hicieron disfrutar y brincar a masas enfervorecidas que encontraron en su genialmente escogida sesión el lugar en el que quedarse durante esas horas. Al salir de allí nos esperaban los conciertos de Orbital y de Fatboy Slim, que esa noche trasladaron Murcia a los mismísimos Monegros (Dessert Festival). Ambos decidieron hacer sonar su faceta más techno (por no decir bakala). Eso sí, volvieron al público loco en bailes descontrolados e hicieron que muchas bebidas volaran por los aires se llegase a una especie de catarsis bakala colectiva.
En plan chill out, con la fuente, el césped y unos cuantos muebles de jardín, estaba el escenario Sos Club, por el que fueron pasando Dj's que iban haciendo más amenos esos momentos necesarios de descanso. Pudimos escuchar la selección musical de Chema Rey, Florent y yo, Dj Rojiblanco, los antes mencionados Pin&Pon (hicieron doblete), o los Tachenko Dj´s. Por otra parte, y para los más crápulas, el festival había habilitado varios after por la ciudad de Murcia, lo que denominaron Off Festival, hasta las 12 de la mañana, y de cuya programación cabe destacar al albaceteño Modesty Blaise en la Sala 12ymedio. Un fin de semana extenuante con un balance general muy positivo, ya estamos deseando que llegue la edición de 2011.
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